A Farewell

Lamento darles una mala, pésima, infernal noticia. Hoy comienza la ultima temporada de Will & Grace, si. Así es, como ud lo lee. Se despiden para siempre Will, Karen, Jack, Grace y la adorable Rosario (icono de lo mal que nos tratan a los sudacas los gringos). Es que uno no puede con tanta presión, a duras penas resistí la repentina desaparición de Sex and the city ( y la sorpresiva aparición de unas impostoras que se hacen llamar “ amas de casa desesperadas” por favor!!) y friends. Y ahora más encima tengo que lidiar con esto, es que nadie puede, siento que mi dosis de prozac no está en la cantidad adecuada. La primera vez que vi Will & Grace quede un poco impactado. Yo un chico púber, dentro del closet. Tenía ahí dos tipos dándose un beso, ahí en mi televisor! Lo que era algo así como ver las pechugas de la Olivari para el mundo teen heterosexual. Fue impactante y claro me volví adicto, como me pasó con los zapatos de la Bradshaw, los freaky amores en friends que era algo así como somos-amigos-pero-tiramos-entre-todos. Pero como olvidarlos si resulta imposible. Mas allá de cualquier reclamo, Will & Grace mostraba por primera vez una comedia absolutamente gay. Conservadora pero gay, recordemos que un ningún capitulo vimos a Jack o Will besar a otro hombre (a acepción de ese donde se dan un mini beso entre ellos) pero aun así sirvió para entender a ese gay treintón-profesional-hot (en que alguna vez nos transformaremos…...eso se llama FE!) que tiene una amiga insegura y que al final deja todos sus romances por protegerla (por que al final todos sabemos que las mujeres sin su amigo colipatin al lado no son nada). Si Sex and the city mostraba la vida de 4 solteras hot en la gran manzana lidiando con sus esporádicas relaciones, Will & Grace mostraba la vida de 2 solteros gay y su amigas, y como estos enfrentaban sus vivencias juntos. Will & Grace fue una comedia transgresora, por que se podía ver con la familia. Desde la abuelita hasta el primo de 5 años sin temor a que un chiste fuera de grueso calibre, por que de eso se trata la televisión de que todos se puedan sentar en el mismo sillón a disfrutar programas que cambiaran la convivencia. Mi mamá siempre me decía que no entendía los chistes, por lo que nunca lograba reírse y me miraba con cara de “este cabro esta loco” cada vez que me ponía azul de tanto reírme con los delirios artísticos de Jack Mcfarland. Pero a lo mejor daba lo mismo que no entendiera los chistes lo que realmente importaba es que pensara que ser gay no es nada del otro mundo y que hasta puedo ser más inteligente que esos heterosexuales cavernarios. Me he quedado huérfano de televisión, ahora lo único que falta es que me cancelen Nip/Tuck y ahí estaríamos hablando de otro nivel de histeria.