Precious Things

Yo tengo problemas con los tipos. Desde siempre, no es que me haya bajado una hombrefobia (si es que esa palabra existe). El problema de los tipos aclanados a lo machos es que son virulentos.

Aparte tengo problemas con el poder, esas son mis dos tumores sociales. Los tipos y el poder. Cuando era mas chico, en básica o media, nunca tenia onda con los tipos que la “llevaban” no era amigo del “popular-mino” que en la posteridad se las follo a todas. Yo creo fielmente que era como el niñito raro que se sentaba al final de la fila (o al principio) a mirar por la ventana.

Como dijo la madre de Mikey a la madre de Justin, en la versión inglesa de queer as folk, “como lo notaste? (que su hijo era gay por cierto), esta responde: cuando ves un niño sentado solo en una inmensa sala de posibles bancos vacíos…solo lo sabes” pero no creo que mi problema haya sido el del compañero maricón de la sala. Esta claramente, mas allá.

Los tipos son estúpidos y es lamentable que la humanidad camine siguiendo a un pescador pobre, imperialista, con pretensiones de mártir y que más encima tenía alucinaciones divinas. Si un tipo se levantara hoy abril del 2006 de esa forma seria un desequilibrado no un elegido.

Diserte con la Miss _ amnesia cual de los dos más tembloroso. Al principio estábamos tranquilos casi en estado de relax máximo, yo había notado que “machos” y su grupo de trogloditas mecánicos no estaban por lo que todo se perfilaba de forma esplendida. Hasta que giro mi cabeza y ahí estaban como película de ochentera de terror, en ese instante recordé por que odio disertar.

No hay nada peor que un grupo de tipos creyéndose mejores, mejores por que no son ni maricones, ni mujeres, ni ciegos, ni minusvalidos. Solo creyéndose cool por que su cultura se los dice.

“I wanna smash the faces of those beautiful boys, those Christian boys. So you can make me cum that doesn’t make you Jesus”

Pero no es un problema de ellos, ni de mis compañeros en básica ni en media ni de daddy yankee ni de mekano ni de Rojo ni de la iglesia ni de la bachelorette.

Es un problema de la masculinidad. De lo que nos dicen en los colegios, de los territorios ganados con sangre, de los golpes masoquistas e innecesarios del crecer público, por que a nosotros nos gusta que nos peguen. Nos gusta por que nos hace hombres; hombres fuertes y valerosos. Somos un ejercito entrenado para ejercer la violencia, para destruir, gritar, maldecir. Pero no para pensar, crear ni respetar. La metro sexualidad mediática no es una evolución de la masculinidad es una deformación patriarcal, como para acercar a los hombres al mercado cosmético. El hombre ya no es ahora un ser de guerra ahora es también una victima de la estética.

La única forma de extirpar esto es la desobediencia, olvidar cánones, descreer, pulverizar las cámaras imaginarias que nos cohíben. La libertad es un problema pendiente de esta humanidad.