Blackberry girl

La dani tiene un apellido raro. Tan raro que aun no he aprendido a escribirlo, esto es como una especie de tributo. Por que claro, he pelado a todo el mundo, desde el ex drag queen,; hoy hombre matrimoniado y con un futuro prometedor, pasando por la reina madre de romance adverso y su departamento nuevo, a dos cuadras del anterior, por el asesino en serie que destruyo mi débil y almidonado corazón, por la aprendiz de princesa citadina y sus múltiples velos y por el sex simbol de labios de negra exótica y sus mil y un amores (aunque en el fondo, todos sabemos que la llave de ese corazón promiscuo la tiene sólo un árabe escurridizo)

En realidad no sé la edad de la Dani, yo creo que es por que está pronta a cambiar de folio, pero no le ha querido contar a nadie. Total todos andamos en las mismas, así que se la perdono.

Pero déjenme pelarla un poco más, bueno Dani vive en el Golf, ahí donde los travestis corren cada vez que nombran a algún personero de la UDI o cuando pasa algún neo nazi sudaca con cara de enojo predual. Dani es abogada de un importante estudio capitalino, comparte el departamento con perfect, una afrodita rubia y egresada de la PUC, (de donde más no?) y es feliz devorando calamares y teniendo amigos actores famosillos.

El otro tema es Margareth. Margareth es la madre de la Dani, que tiene un pacto con el diablo. Así de simple. Es que nadie puede verse así de bien para la edad que ella tiene, o sea, pensemos. La edad de la Dani es desconocida, aún no llega a los 40 por lo que sé, en teoría tiene un hermano menor, hermano que nunca he visto, por lo que puede ser un tierno rumor, así como el “no” ponerse botox, siendo que todos la hemos visto media estirada los lunes en la tarde.

Bueno pero el tema que me convoca, es más amoroso y disneyland de lo que ustedes creen.

Corría una de las locas semanas del verano, cuando en medio de desierto estival, encontramos una gruta de donde emanaba un néctar sagrado, néctar con sabor a arandano y entregado por descendiente directo de Emir Kusturica. Estoy hablando de los pelos, la altura y la carpa que debe tener en su casa, en vez de camas. Bueno, como les explicaba, esta gruta fue nuestro fuerte todo el verano y entrado un poco ya el otoño. Hasta que un día, después de cientos de litros de cera derretida, cientos de suplicas celestiales. El titanic se hundió.

Se hundió bien profundo. O sino no tendría replicas hasta hoy día.

Esta es la primera parte. No se pierda la segunda (y final), en cualquier momento.