teorizando.

El otro día un profe comenzó a filosofar sobre el origen de la homosexualidad. Entonces, a medida que su lumbrera intelectual sacaba a relucir cuanto libro añejo había leído, pensé en las millones de opciones sobre la creación queer que he escuchado.

Empezando por la clásica.

Estando en 2 o 3 medio, una profesora de castellano (así se llamaba en esa lejana época) dice: “no lo molesten, a mi, por ser colita, no ven que después de los 50 todos los hombres empiezan a mirar para el mismo lado”. Según su extraña teoría, llegando a la primera vejez masculina, todos se vuelven gays y claro, no había que molestarme por ser un ser humano común y corriente, sino por que algún día…..la maldición gay recorrería sus venas. Un antecedente más del por que la educación es un fracaso y la ministra se merece más que un jarro de agua.

Y tampoco es que yo haya sido un drag queen escolar, pero reconozcámoslo todos hemos tenido una etapa alternativa-punk-goth-queer.

Segunda teoría. Menos clásica.

Ya definitivamente en 4 medio. profe de filosofía, que contaba en su curriculum con clases en la Usach, o sea, universidad pública, uno claramente espera más.

Nunca voy a olvidar su apellido, Maurín. Terrible profesor, en medio de sus clases contaba que había sido abducido por extraterrestres, para luego decir que el sexo anal era una aberración, yo pensaba que obviamente, él no lo había experimentado. Para continuar su sermón con: “una vez estaba en una posta en Valparaíso (que hace un profe de filosofía en una posta?) De noche, cuando llegó un travesti con el ano afuera. Plop. A parte decía que la homosexualidad era una aberración y que el sexo anal, de nuevo, debilitaba a las mujeres. Para terminar su noble discurso con un “nunca por atrás!”

Lamentablemente maurín va ser profe de mi hermano chico. Añoramos el retiro.

A mí siempre me dio igual. Nacer, hacerse, construirse, eso no quita y pone más a lo que somos. Aunque, claro, si fuera otro, ya me habría suicidado con esas teorías satánicas o habría votado por Lavín.